Clozapina (principio activo).

• Tratamiento de la esquizofrenia resistente a otros tratamientos.
• Tratamiento de trastornos psicóticos asociados a la enfermedad de Parkinson, en casos resistentes al tratamiento estándar.

• Hipersensibilidad a clozapina.
• Pacientes con antecedentes de granulocitopenia o agranulocitosis.
• No recomendado en pacientes con función hepática o renal grave, epilepsia no controlada, o trastornos cardiovasculares severos.

• Realizar controles sanguíneos periódicos debido al riesgo de agranulocitosis.
• Precaución en pacientes con antecedentes de enfermedades cardíacas, hipertensión o trastornos metabólicos.
• Evitar el uso en menores de 16 años.

Leucopenia, somnolencia, mareos, aumento de peso, visión borrosa, taquicardia, hipotensión, estreñimiento, y síntomas extrapiramidales (temblores, rigidez).

• Aumento del riesgo de supresión de médula ósea con medicamentos que afectan la médula ósea.
• Potencia la acción de anticolinérgicos, antihipertensores, y depresores del SNC.
• Disminuye las concentraciones de fenitoína, y puede aumentar las de cafeína, ciprofloxacino.

• Esquizofrenia resistente: iniciar con 12,5 mg el primer día y aumentar gradualmente hasta 300 mg/día en 2-3 semanas.
• Trastornos psicóticos en Parkinson: iniciar con 12,5 mg/día, aumentar lentamente hasta 50 mg/día.
• Máxima dosis: 900 mg/día para esquizofrenia.

La clozapina actúa como un antipsicótico atípico, bloqueando los receptores dopaminérgicos y adrenérgicos, y mejorando los síntomas de la esquizofrenia y trastornos psicóticos asociados con la enfermedad de Parkinson.

Precaución en mujeres embarazadas.

No recomendado durante la lactancia, ya que se excreta en la leche materna y puede afectar al lactante.