Apósitos autoadhesivos impermeables.

Hidrocoloides en lámina o placa: en forma preventiva en zonas sometidas a fricción. Debridamiento autolítico. Cuando hay perdida de la integridad cutánea, pueden utilizarse en heridas de diversa etiología, de espesor parcial o total con exudado nulo o escaso. Zonas donantes de injertos. Quemaduras de 1er y 2do grado. Pueden emplearse bajo medidas de compresión y como apósito secundario, en ese caso considere el uso de apósitos de relleno debajo de apósitos hidrocoloides en úlceras profundas para rellenar así el espacio muerto. Hidrofibras de hidrocoloide: heridas de diversa etiología, de espesor parcial o total, crónicas o agudas con moderado a abundante exudado, quemaduras de segundo grado (espesor parcial) úlceras del pie diabético, úlceras vasculares, úlceras por presión, heridas quirúrgicas, traumáticas, heridas que sangran fácilmente, heridas oncológicas exudativas, como las de los tumores cutáneos fungoides, carcinoma fungoso, metástasis cutáneas, sarcoma de Kaposi y angiosarcoma. Cuando se sospecha colonización crítica o infección utilizar hidrofibra de hidrocoloide con plata iónica.

Lesiones que presenten infección o con signos de elevada carga bacteriana, con exudado abundante y en piel perilesional frágil. Fístulas. Heridas con hueso o tendones expuestos.

Si los hidrocoloides en lamina o placa no se retiran correctamente, pueden ocasionar lesiones de la piel periulceral. Evaluar que el apósito posea buena adherencia y que no se enrolle dado que puede en este caso provocar nuevas lesiones. Cuando se utiliza una hidrofibra de hidrocoloide debe colocarse de manera que quede al menos 1cm rodeando la herida.

Pueden producir olor desagradable debido a la interacción del producto con la herida, pero no significa de que esta esté infectada. De acuerdo a la calidad en la adherencia de los hidrocoloides en lámina, pueden provocar irritación en la piel, o debido a que algunos pierden su adherencia con mucha facilidad pueden enrollarse y producir lesiones en la piel.

Los hidrocoloides con plata no se deben de mezclar con enzimas debridantes.

Aplicar los apósitos adhesivos con carboximetilcelulosa, gelatina y pectina, que pueden venir asociados a películas de poliuretano u otros productos potenciando así sus acciones o favoreciendo el manejo de los mismos. La presentación en gránulos, gel, pasta o hidrofibra se indica en lesiones cavitadas, trayectos sinuosos y en casos de que se requiera un apósito secundario. Para la protección de heridas y favorecer granulación y epitelización se recambia hasta c/7 días; en debridamiento autolítico o curaciones combinadas con otros productos se recambia hasta 3 o 4 días. Si se utiliza curación plana tradicional como medio de fijación, el apósito deberá cambiarse cada 24 o 48 hs.

Apósitos cuyo principal componente es la carboximetil celulosa sódica (CMC), combinada con pectina, gelatina, caucho burilado, resina, aceite mineral, polisabutileno, caucho temporoplástico antioxidante, integrados en películas de poliuretano. Producen desbridamiento autolítico y su capacidad de absorción es de baja a moderada. Mantienen el lecho de la herida en ambiente húmedo, absorbiendo el exudado excedente, fluidos y detritus necróticos. Por sus condiciones de semioclusividad, favorecen la neoangiogénesis promoviendo la creación de nuevo tejido. Proporcionan una barrera eficaz contra la contaminación bacteriana, fuerzas tangenciales o desecación. Existen presentaciones de hidrocoloides en hidrofibra, compuesto de un tejido adaptable de CMC que permite usarlo en cavidades, heridas infectadas y en úlceras de moderadas a altamente exudativas, al absorber el exudado se hidratan las fibras que lo componen, transformándose en un gel translúcido hidrofílico que evita la adherencia al lecho de la herida y lo aísla de microorganismos creando condiciones de ambiente húmedo que favorece la cicatrización. Cuando la hidrofibra de hidrocoloide además contiene plata en el apósito actúa como antimicrobiano. Este apósito absorbe grandes cantidades de exudado y bacterias de la herida, formando un gel blando y cohesivo que se adapta perfectamente a la superficie de la misma, manteniendo la humedad y ayudando a eliminar el tejido desvitalizado (desbridamiento autolítico), controlando o limitando la expansión lateral. La combinación de ambas características hace que el apósito forme un gel cohesivo, evitando o minimizando la maceración de la piel perilesional. Los apósitos de este tipo pueden ser recortados, en general, sin alterar sus propiedades y necesitan un apósito secundario.