Infecciones por protozoarios (giardiasis, amebiasis, tricomoniasis). Infecciones anaeróbicas (abscesos, vaginosis bacteriana, infecciones dentales). Profilaxis en cirugía colorrectal. Helicobacter pylori (en terapias combinadas).

Hipersensibilidad al metronidazol o a nitroimidazoles. Trastornos neurológicos activos. Primer trimestre del embarazo. Consumo concomitante de alcohol (efecto antabus). Enfermedades hepáticas severas (uso controlado).

Usar con cautela en pacientes con antecedentes de epilepsia o enfermedades del SNC. Control médico en tratamientos prolongados, puede causar neurotoxicidad. Se debe evitar el alcohol durante el tratamiento y al menos 48 horas después de finalizar. Ajustar dosis en pacientes con insuficiencia hepática.

Náuseas, sabor metálico, dolor de cabeza. Molestias gastrointestinales leves. Trastornos neurológicos (en tratamientos largos o dosis altas). Urticaria o reacciones alérgicas leves. Leucopenia reversible (raro y transitorio).

Potencia el efecto anticoagulante de warfarina. Reacciona con alcohol generando náuseas, vómitos y taquicardia (efecto antabus). Puede alterar niveles plasmáticos de litio. Interacción con fenitoína y fenobarbital.

Adultos: 500 mg cada 8 o 12 horas según el tipo de infección. Duración: de 5 a 10 días, salvo indicación médica distinta. Dosis pediátricas: ajustadas por peso y bajo supervisión profesional.

Antibiótico y antiparasitario. Derivado nitroimidazólico con acción bactericida y amebicida.

Contraindicado en el primer trimestre. Se permite su uso en segundo y tercer trimestre si el beneficio supera el riesgo.

Uso con precaución. Puede pasar a la leche materna. Se recomienda suspender la lactancia durante el tratamiento o consultar al médico.