En los últimos años se ha debatido sobre los diferentes conceptos de salud y hábitos saludables. Varios organismos internacionales con miembros en diferentes comités científicos han realizado revisiones en las guías alimentarias y las recomendaciones sobre estilos de vida saludable.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2004 informa sobre la estrategia global sobre dieta, actividad física y salud, donde propone un medio ambiente que permita acciones sostenibles tanto a nivel individual como global, donde se proteja la salud y se disminuyan las enfermedades y tasas de mortalidad relacionadas a ingestas de dietas no saludables e inactividad física.
También la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) ha escrito un documento sobre dietas sostenibles y biodiversidad. Donde enfatiza el concepto de seguridad nutricional para una vida saludable para las generaciones presentes y futuras.
A nivel nacional, contamos con la Guía Alimentaria para la Población Uruguaya, material que tiene por objetivo principal el promover una alimentación saludable, compartida y placentera.
En el presente artículo vamos a considerar un estilo de vida saludable, cuando nos referimos a un conjunto de medidas que tienden a favorecer tu bienestar físico, psíquico y emocional.
Va más allá de cumplir con una alimentación saludable (puedes ahondar sobre ésta consultando el artículo escrito en Farmablog sobre Alimentación Saludable).
¿Qué son los hábitos saludables y como mejoran tu estilo de vida?
Los hábitos saludables son conductas positivas sostenidas durante toda la vida que apuntan a cuidar y mejorar tu salud. Estos hábitos se recomiendan desarrollarse en etapas tempranas de la vida, (deberían ser transmitidos por la madre desde el embarazo) de forma regular para que queden instalados y cumplidos durante todo el ciclo, esto colabora a tener una mejor calidad de vida, fomentando el bienestar general y previniendo enfermedades (como las enfermedades crónicas no transmisibles: obesidad, hipertensión arterial, diabetes tipo 2, algunos tipos de cánceres, etc.).
10 hábitos para tener un estilo de vida saludable
1. Alimentación Equilibrada: Consumir alimentos ricos en nutrientes esenciales, variados y de estación, como por ejemplo proteínas magras (carne vacuna, pescado, polo), verduras, frutas, lácteos bajos en grasa, cereales integrales, grasas saludables (aceite de oliva, palta, nueces), evitando alimentos ricos en grasas trans y ultraprocesados. Moderación en el consumo de azúcares refinados y postres con contenido alto en grasas y azúcares. Hidratación adecuada, evitar jugos o bebidas refrescantes.
2. Actividad física regular: Realizar ejercicio de forma rutinaria en cantidad y calidad dependiendo de las condiciones físicas de cada persona o patología preexistente. Lograr un balance entre ejercicio aeróbico, de fuerza, resistencia, flexibilidad y relajación. Se sugieren para adultos un mínimo de 150 minutos semanales de actividad moderada o 75 minutos de actividad intensa.
3. Tener una hidratación suficiente: Tomar y priorizar el agua durante todo el día en vez de refrescos o jugos.
4. Dormir las horas necesarias: Un descanso óptimo es entre 7-9 horas diarias dependiendo también de cada persona.
5. Cuidado personal: Mantener una higiene personal diaria incluyendo visita al odontólogo.
6. Cuidar el estrés: Hay ejercicios físicos suaves que permiten regular nuestro estrés como relajación, yoga, etc. Gestionar emociones con actitud positiva.
7. Relaciones Saludables: Cultivar relaciones positivas con familiares, amigos y compañeros. Promover actividades grupales que promuevan un entorno de apoyo positivo.
8. Evitar conductas de riesgo: Tener seguridad en el hogar, en el trabajo, manejar con seguridad, usa cinturón y evita límites máximos, tratar de no fumar, no tomar alcohol o consumir drogas. Protegerse del sol con protectores solares adecuados (ver artículo en Farmablog sobre protectores solares).
9. Conductas de sostenibilidad: Incluir en nuestras prácticas consumo adecuado de agua, reducción de desperdicios de alimentos, reciclar, cuidar medio ambiente.
10. Prevenir enfermedades: Promover chequeos médicos, análisis clínicos o estudios recomendados por lo menos 1 vez al año y tener las vacunas al día.
7 hábitos saludables para mejorar tu estilo de vida
1. Prevención de enfermedades: reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes tipo 2, obesidad, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
2. Mayor energía y vitalidad: cumplir con una alimentación adecuada y con un ejercicio físico diario mejora el rendimiento.
3. Salud mental fortalecida: cumplir con las horas de sueño indicadas, gestionando reducir el estrés, baja el riesgo de ansiedad y depresión.
4. Mejor calidad de vida: promueve el bienestar a un envejecimiento saludable y aumenta la longevidad.
5. Fortalecimiento del sistema inmunológico: una alimentación saludable, balanceada con un ejercicio rutina y un buen descanso; aumentan la inmunidad y por lo tanto mejora la defensa contra enfermedades.
6. Autoestima y confianza: al tener bienestar, cuidas de ti y mejoras la seguridad personal.
7. Mayor rendimiento y productividad: la claridad mental y el bienestar físico colaboran para ser más eficientes en nuestro estudio y/o trabajo.
Al adoptar hábitos saludables mantenidos a largo plazo, beneficias no sólo el presente, sino también tu futuro más saludable, equilibrado y pleno.
Conclusiones
Los hábitos saludables incluyen elecciones relacionadas con la alimentación, actividad física, manejo del estrés, entre otros mencionados. El impacto que producen es muy significativo en la calidad de vida y la prevención de enfermedades.
Ya sea cumpliendo con una alimentación balanceada, consumiendo alimentos de los principales grupos como frutas, vegetales, proteínas magras, etc; logramos mantener una buena salud.
Diferenciar fuentes de grasas saludables como los aceites vegetales (como oliva y al oleico) y alimentos ricos en omega 3 (como pescados), colaboran con la salud cardiovascular.
Evitar alimentos ricos en grasas saturadas y trans, además de azúcares añadidos, reducimos índices de obesidad y sobrepeso.
Destacar la importancia de la actividad física, en cantidad y calidad recomendada, contribuyen también al control del peso, a la salud del corazón y al bienestar general. Igual de importante es reducir el tiempo de sedentarismo como el que se pasa delante de las pantallas tv, móviles, etc.
El control del peso adecuado, muy importante comer porciones adecuadas, evitar exceso de calorías, son claves para mantener peso saludable. Planificar comidas ayuda a controlar lo que se come y a pensar en opciones más saludables.
Todos estos beneficios deben ser a largo plazo, donde adoptar hábitos saludables desde la infancia contribuye a la formación de masa ósea, reduce el riesgo de las enfermedades crónicas no transmisibles mencionadas.
Este enfoque integral destaca la necesidad de tomar decisiones informadas sobre el estilo de vida que voy a elegir para mejorar mi salud y prevenir enfermedades.
Consulta a tu profesional de salud antes de comenzar cualquier cambio.
Bibliografía
- Revista Scielo. (2015). Guía Finut (Fundación Iberoamericana de Nutrición): estilos de vida saludable como alimentación, actividad física, descanso, educación e higiene. Nutri Hosp, 31(5).
- Organización Mundial de la Salud. (2004). Global strategy on diet, physical activity and health. Recuperado el 15 de diciembre de 2013, de http://www.who.int
- Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. (2012). Sustainable diets and biodiversity: Directions and solutions for policy research and action (Evento celebrado del 3 al 5 de noviembre de 2010, Roma). Recuperado de http://www.fao.org/docrep/016/pdf
- Ministerio de Salud Pública de Uruguay. (2021). Guía alimentaria para la población uruguaya (2.ª ed.). Montevideo, Uruguay: MSP.
- MedlinePlus. (n.d.). Nutrición. Recuperado de https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002393.htm