La psoriasis es una enfermedad de la piel de origen inmunológico, con un importante factor genético. Existe evidencia de que también puede ser provocada por disparadores externos como quemaduras solares, ciertas infecciones, algunos fármacos y estrés.
Esta enfermedad se asocia con múltiples morbilidades, como artrosis psoriásica y enfermedades psicológicas, cardiovasculares y hepáticas.
¿Qué es la psoriasis y qué la causa?
La psoriasis es una enfermedad crónica no transmisible que afecta principalmente la piel, su curso suele ser imprevisible y presentar remisiones y exacerbaciones de duración variable. Actualmente no tiene cura y suele ser dolorosa e incluso puede llegar a ser inhabilitante para quienes la padecen. Según el Reporte Global de Psoriasis de la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizado en el año 2016, tiene una prevalencia de entre 0.09 y 11.4% y existe evidencia de que estos números están en aumento, lo que la convierte en un problema global de gran importancia.
Esta enfermedad afecta tanto a hombres como a mujeres, y suele manifestarse por primera vez en dos rangos etarios diferentes: entre los 30 y los 39 años de edad, o entre los 60 y 69 años. Existen múltiples estudios que demuestran que la psoriasis puede afectar substancialmente la calidad de vida, independientemente de la gravedad de la misma.
La psoriasis es una enfermedad compleja que está asociada a múltiples factores de comorbilidad y causa impactos no solo físicos, sino también sicológicos y sociales en quienes conviven con ella.
Estar informados es importante a la hora de enfrentar la enfermedad ya se propia o de un familiar o amigo, por lo que en el presente artículo abordaremos sus síntomas y causas, diagnóstico y tratamiento.
Síntomas de psoriasis
La psoriasis causa lesiones en la piel que provocan picazón, escozor y dolor. Otros síntomas asociados a la enfermedad son descamación de la piel, eritema, fatiga, hinchazón y sangrado. Existen varias clasificaciones según las manifestaciones clínicas de la enfermedad, que son la siguientes: psoriasis en placas, en gotas, pustulosa, flexural o eritrodérmica.
Un gran porcentaje de personas que padecen la enfermedad desarrollan también artritis psoriásica, la cual conduce a deformaciones articulares y discapacidad. Otro síntoma común es la aparición de deformaciones en las uñas.
¿Cuáles son los diferentes tipos de psoriasis?
- Psoriasis en placas
Es el tipo más común de psoriasis, se presenta como placas rojas bien delimitadas de distintos tamaños, cubiertas por escamas blancas o grisáceas. Afecta el cuero cabelludo y la zona detrás de las orejas, los codos y las rodillas, el tronco, la cara, las palmas de las manos y las plantas de los pies.
- Psoriasis en gotas
Suele ser más común en niños y adolescentes. Suele aparecer en el tronco, brazos y piernas, y se presenta como pápulas y plaquetas en forma de gotas rojizas.
- Psoriasis pustulosa
Se presenta como pústulas coalescentes, llenas de pus no infeccioso. Suele manifestarse en áreas pequeñas como las palmas de las manos o las yemas de los dedos, o puede afectar toda la superficie corporal si se trata de un caso de psoriasis generalizada ocurrida por un desencadenante puntual.
- Psoriasis flexural
Suele presentarse como parches o placas de color rojo intenso o blanco, con una forma bien delimitada y sin presencia de escamas. Afecta principalmente áreas con pliegues como axilas, ombligo, glúteos, pliegues inframamarios y genitales.
- Psoriasis eritrodérmica
Es el tipo menos común pero más peligroso, que puede incluso amenazar la vida. Se presenta como manchas rojas a lo largo de toda la superficie corporal.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico se realiza basado en la evaluación clínica del paciente, donde se evalúa la evolución, morfología y distribución de las lesiones. También se evalúa el historial del paciente, para establecer antecedentes familiares de la enfermedad y la ocurrencia de síntomas que puedan indicar la presencia de artritis psoriásica.
La enfermedad es evaluada según el grado de afectación de la piel y la gravedad del eritema y la descamación.
¿Cuál es el mejor tratamiento para la psoriasis?
El objetivo del tratamiento en general es minimizar la extensión y la severidad de la afectación de la piel, buscando llegar a niveles en los que la calidad de vida del individuo se vea lo menos afectada posible. A la hora de elegir un tratamiento, es importante tener en cuenta no solo el nivel de afectación de la piel y la severidad de la enfermedad, sino también evaluar el fenotipo presente en el individuo, historial de tratamientos previos, impacto psicosocial, presencia de artritis psoriásica u otras comorbilidades, tratamientos farmacológicos concomitantes y buscar una buena adherencia.
Las opciones para el tratamiento de la psoriasis incluyen tratamientos tópicos, fototerapia y tratamientos sistémicos. Dado que la enfermedad no tiene cura, el tratamiento está orientado al control de los síntomas.
Tratar esta enfermedad no implica únicamente a la piel y las articulaciones, sino también el cuidado psicológico y de las morbilidades asociadas como los problemas cardiovasculares y metabólicos.
El tratamiento más adecuado para cada caso debe ser definido por un profesional luego del diagnóstico y la evaluación de la situación de cada paciente. La primera línea de tratamiento suelen ser los tratamientos tópicos con cremas que contienen diversas formulaciones.
La fototerapia (tratamiento con rayos ultravioleta) y los agentes sistémicos constituyen la segunda línea de tratamiento, y deben ser cuidadosamente evaluados por el médico tratante ya que pueden presentar múltiples efectos adversos. En general, los tratamientos sistémicos suelen reservarse para casos más severos de la enfermedad.
Existen diversos algoritmos que sugieren formas de tratamiento que han resultado exitosas, y que pueden ser utilizados por los médicos como guías para el tratamiento.
En cuanto al cuidado que podemos tener en nuestro hogar, mantener la piel limpia y humectada, y evitar los desencadenantes de la enfermedad puede ayudar a disminuir la aparición de períodos de exacerbación.
¿Cuándo consultar al médico?
Si se está ante la presencia de cualquiera de los síntomas mencionados previamente, es recomendable acudir a una consulta con un profesional. Es importante evitar la automedicación y procurar realizar la consulta médica lo antes posible. El diagnóstico certero y a tiempo de la patología es importante para determinar el tratamiento de la misma, y para asegurar que el mismo sea exitoso.
Bibliografía
- Organización Mundial de la Salud. (2016). Global report on psoriasis. World Health Organization.
- Raharja, A., Mahil, S. K., & Barker, J. N. (2021). Psoriasis: A brief overview. Clinical Medicine (London), 21(3), 170-173. https://doi.org/10.7861/clinmed.2021-0257
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