¿Qué tipos de repelentes para mosquitos e insectos existen?
Los mosquitos son insectos que viven en ambientes cálidos y húmedos. Se alimentan de sangre para poder reproducirse por lo cual en los meses de calor los humanos son un blanco ideal para ellos. Al alimentarse con nuestra sangre, también se nutren con virus y parásitos que la sangre contiene. Cuando los mosquitos pican a una segunda persona, a través de su saliva pueden generar una infección con el virus o parásito anteriormente absorbido. La frecuencia de las enfermedades que transmiten es cada vez mayor. En 2023 aproximadamente 4 millones de personas contrajeron el dengue.
Es importante saber los distintos tipos de protección frente a estas situaciones. En este artículo hablaremos sobre los repelentes para mosquitos. Además de otro tipo de productos que ofrecen protección frente a insectos.
¿Qué hacen los repelentes de mosquitos?
Los repelentes son sustancias hechas para prevenir, eliminar o repeler insectos. Los seres humanos producen 3 sustancias capaces de atraer a los mosquitos: Ácido láctico (cuando los niveles de oxígeno son bajos), dióxido de carbono (al exhalar) y octenol (al transpirar). Los repelentes pueden actuar disimulando el atractivo que tienen por estas 3 sustancias o directamente atacarlos en el vuelo.
¿Qué tipos de repelentes existen?
DEET (N, N-dietil-meta-toluamida): Repelente más utilizado a nivel global. Consigue generar sensaciones desagradables a los insectos con gran efectividad. La concentración que contenga el repelente de este principio activo estará directamente vinculada con su durabilidad, no con su potencia.
A modo de ejemplo:
-23.8% DEET: Protección de 5 horas.
-20% DEET: Protección de 4 horas.
-6.65% DEET: Protección de casi 2 horas.
Concentraciones mayores a 30% son consideradas tóxicas.
Icaridina: Interfiere con los receptores específicos de los mosquitos. También se utiliza a distintas concentraciones con una duración de protección aproximada de 6 horas. Seguro, no tóxico y efectivo. En niños se recomienda utilizar concentraciones menores o iguales al 10%.
IR3535: Utilizado para protegerse contra mosquitos, garrapatas o moscas. Mínima toxicidad, se limita a reacciones cutáneas leves por lo cual se recomienda también su uso en niños. Su efectividad depende del insecto a confrontar. A modo de ejemplo, en concentraciones mayores al 20% puede proteger de mosquito tigre 1 hora y media y contra mosquito común aproximadamente 6 horas.
Aceite de citronella: Primer repelente usado. Produce efecto desagradable en sensaciones sensitivas de insectos sin dañarlos. Poco tóxico por tanto también es recomendado en niños. Rápida aplicación, olor muy agradable, pero efectividad limitada (menos de 1 hora de protección).
Citriodiol: Tipo de eucalipto que crea una barrera a su alrededor impidiendo la entrada a insectos voladores. Gran eficacia, nula toxicidad, olor agradable y gran permanencia en piel. Pueden provocar irritaciones en los ojos.
¿Existen otros tipos de protección?
Si, además de los repelentes existen otros tipos de barreras frente a insectos.
Pulseras: Hechas con DEET o citronella, actúan a nivel local.
Dispositivos eléctricos de ultrasonidos: Dispositivos que emiten ondas alterando a los mosquitos, no se ha comprobado su eficacia científicamente.
Mata mosquitos eléctricos: Dispositivos conteniendo una almohadilla con insecticidas, se calienta y se vaporizan los insecticidas. Muy efectivo en ambientes cerrados.
¿Qué normas debo seguir en la aplicación de los repelentes?
- El producto solo debe aplicarse en la piel expuesta o ropa. En piel bajo la ropa no se recomienda.
- Alejar de boca, ojos o mucosas.
- No aplicar en zonas heridas, sensibles o irritables.
- No aplicar directamente sobre la cara, primero se debe aplicar en manos y posteriormente en la cara.
- Lavar el recipiente diariamente.
- Aplicar después de cremas humectantes o protectores solares y con un tiempo espaciado.
- Elegir producto adecuado según edad y contexto.
- Seguir condiciones del fabricante.
¿Qué productos son aplicables según edad del usuario?
Niños menores a 6 meses: No se debe aplicar ningún tipo de repelente a ninguna concentración.
Niños entre 6 meses y 2 años: Se puede realizar una sola aplicación diaria de DEET al 10%.
Niños entre 2 y 12 años: Similar a la situación al caso anterior, pero se permite hasta 3 veces por día.
Niños mayores a 12 años y adultos: Permitido aplicaciones de hasta un 30% de DEET.
Referencias
Autor: Estudiante Avanzado de Química Farmacéutica Nicolás Zipitría
Supervisado por: Q.F Silvio Fernández Borba